COCINA AMERICANA
Macarrones con queso y bogavante
Los macarrones con queso y bogavante son una versión lujosa de este clásico reconfortante estadounidense. Con tierna carne de bogavante envuelta en una rica y cremosa salsa de queso, sustanciosa pasta y una crujiente capa de pan rallado, cada bocado es puro deleite.
90 minutos por Anthony Hadley
90 minutos
por Anthony Hadley
Cremosos y deliciosos, los macarrones con queso y bogavante (lobster mac & cheese) son el máximo placer culpable para adultos. Como la mayoría de los niños estadounidenses, solía disfrutar de los macarrones con queso de marcas como Kraft o Velveeta al menos cuatro veces por semana cuando era niño. Sin embargo, después de dejar el Valle Central de California y mudarme a ciudades como San Francisco y Los Ángeles, descubrí versiones más sofisticadas y suntuosas de este plato clásico. Aún no he probado un plato de macarrones con queso que no me gustase, pero entre todas las variaciones que he probado y testeado, los macarrones con queso y bogavante son mi claro favorito, elevando este plato tradicional a otro nivel.
Bogavante europeo
¿Qué es lobster mac & cheese?
Los macarrones con queso son un elemento imprescindible de la cocina americana. Este clásico reconfortante consiste en pasta de macarrones cocida y mezclada con una salsa de queso cremosa. Tradicionalmente, se utilizan unos fideos huecos llamados «elbow pasta» o galets pequeños, y el queso suele ser cheddar curado o queso americano. Principalmente, hay dos tipos caseros de macarrones con queso:
Stovetop mac & cheese (a la cazuela)
Cuando era pequeño, esta era la versión que hacía mi bisabuela. Los macarrones se hierven en una cacerola con una mezcla de mitad agua y mitad leche hasta que quedan al dente. Solo se usa suficiente líquido para cubrir ligeramente los macarrones, de manera que se reduce y casi se evapora por completo. Lo que queda es un líquido cremoso y lleno de almidón al que se añaden queso y mantequilla, mezclándolo todo hasta que la salsa se convierte en una emulsión sedosa, todo en una sola cacerola.
Baked mac & cheese (al horno)
En esta variante, más tradicional en el sur de Estados Unidos, la salsa de queso y los macarrones se cocinan por separado y luego se combinan en una bandeja para hornearlos. Algunas versiones le añaden huevo para dar una textura de flan, mientras que otras utilizan un roux para preparar la salsa. Los macarrones con queso y bogavante suelen prepararse con esta última técnica del roux para hacer la salsa. Los macarrones con queso y bogavante suelen prepararse con esta última técnica.
Mi pinche en la cocina, Mimosa
El origen de los macarrones con queso y bogavante
Se cree que los macarrones con queso y bogavante se originaron en Estados Unidos como una versión sofisticada de los tradicionales macarrones con queso, un plato que tiene sus raíces en el Europa del siglo XVIII. El plato original tiene orígenes ingleses y ganó protagonismo en la cocina americana durante el siglo XIX.
La incorporación del bogavante probablemente comenzó en las zonas costeras, especialmente en Nueva Inglaterra, donde el marisco era abundante. Esta lujosa adaptación ganó popularidad en restaurantes de alta gama y en establecimientos de mariscos a lo largo del siglo XX, coincidiendo con la tendencia de combinar ingredientes de calidad con comida reconfortante. Hoy en día, los macarrones con queso y bogavante son apreciados como un plato que combina maravillosamente el confort y el placer gastronómico.
Thomas Jefferson es frecuentemente considerado el responsable de introducir los macarrones con queso en los Estados Unidos tras haber descubierto platos de pasta en Italia. Sin embargo, fue su chef esclavizado, James Hemings, quien desempeñó un papel crucial en la adaptación y refinamiento del plato. Hemings, formado en cocina francesa durante su estancia en París con Jefferson, probablemente experimentó con recetas europeas para crear las primeras versiones estadounidenses de macarrones al horno con queso.
Aun así, el plato siguió siendo un lujo reservado a las clases adineradas hasta mucho después. En 1937, Kraft Foods hizo que los macarrones con queso fueran accesibles para todos con el lanzamiento de una versión envasada: una comida económica y fácil de preparar que se convirtió en un alimento básico durante la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial. El producto de Kraft, con su queso en polvo de larga duración, transformó este plato en un icono del confort gastronómico estadounidense, combinando tradición y conveniencia.
Macarrones con queso y bogavante adornados con tomillo fresco
Mi receta de lobster mac & cheese
Para mis macarrones con queso y bogavante, suelo utilizar cheddar inglés curado y Parmigiano Reggiano como mis quesos preferidos. La Fontina es otra excelente opción que complementa a la perfección la dulzura del bogavante. Empiezo despachando el bogavante y cociéndolo durante la mitad del tiempo recomendado antes de retirarlo y colocarlo en un baño de hielo, lo que facilita extraer la carne. En la misma agua, cuezo los macarrones hasta que estén al dente, permitiendo que la pasta absorba todos los sabores del bogavante.
A continuación, sofrío cebolla y preparo un roux para crear una rica salsa Mornay con los quesos que he elegido. Una vez que la salsa está lista, combino la pasta, la salsa de queso y la carne de bogavante, mezclando todo hasta que esté bien integrado. Luego, transfiero la mezcla a una fuente para hornear, la cubro con queso parmesano rallado y pan rallado, y la gratino hasta que el gratinado esté dorado y crujiente.
¿Listo para intentarlo? Sigue leyendo para ver la lista completa de ingredientes y las instrucciones paso a paso.
Acerca de mí
Soc l’Anthony, el ianqui famolenc!
Soy un chico de un pueblo pequeño de California que se trasladó a la gran ciudad de Barcelona en 2006. Únete a mí y a mi pequeña compañera peluda, Mimosa, mientras preparo platos caseros tanto de mi tierra natal, Estados Unidos, como de mi tierra adoptiva, Cataluña.
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Ingredientes para hacer lobster mac & cheese
Para 4 personas
— 225 g de macarrones o galets
— 1 cebolla dulce o de Figueres mediana
— 2 bogavantes enteros
— 30 ml (2 cucharadas soperas) de aceite de oliva virgen extra
— 30 g (2 cucharadas soperas) de mantequilla sin sal
— 30 g (2 cucharadas soperas) de harina común
— 1 L de leche entera
— 225 g de queso cheddar afilado
— 100 g de queso Gruyère o fontina
— 50 g de queso Parmigiano Reggiano
— 1/2 cucharadita de nuez moscada fresca
— 1/2 cucharadita de pimentón o pimienta de cayena (opcional)
— 100 g de pan rallado panko
— 30 g (2 cucharadas soperas) de mantequilla derretida
— 1 cucharada de perejil o tomillo picados (opcional, para adornar)
— Sal y pimienta blanca al gusto
Cómo hacer lobster mac & cheese paso a paso
1.
Colocación. Hierve o cuece al vapor los bogavantes hasta que estén bien cocidos (unos 5-7 minutos, según el tamaño) y pásalos a un baño de hielo. Una vez frías, saca la carne de los caparazones y córtala en trozos del tamaño de un bocado. Reserva. Pica la cebolla y ralla los quesos. Precalienta la parrilla del horno. Consejo: No tires el agua del bogavante, la utilizarás para hervir los macarrones.
2.
Prepara la salsa de queso. En una cacerola grande, calienta el aceite de oliva y la mantequilla hasta que se derrita la mantequilla. Añade la cebolla troceada y sofríela hasta que esté translúcida. Sazona la cebolla con sal al gusto, pero no la sazones en exceso, ya que los quesos añadirán más sal al plato. Añade la harina y bate hasta que se dore ligeramente para crear un roux. Incorpora poco a poco la leche hasta que la mezcla espese. Reduce el fuego al mínimo y añade los quesos, reservando un poco de parmesano para el gratinado. Añade nuez moscada fresca, pimentón y pimienta al gusto y remuévelo todo hasta que la salsa quede lisa y sedosa. Rectifica de sal si es necesario.
3.
4.
Monta y hornea. Incorpora la pasta cocida y el bogavante a la salsa de queso hasta que se mezclen bien. Pasa los macarrones con queso y bogavante a una cazuela. Espolvorea uniformemente por encima el parmesano y el pan rallado reservados. Ponlo bajo el grill a 220ºC durante 3-5 minutos, o hasta que el gratinado esté dorado y crujiente.
5.
Sirve. Adorna con perejil o tomillo picados, si lo deseas, y sirve.
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